Su obra mayor, que lo ha inmortalizado en la historia de la medicina cubana, es sin lugar a dudas la que realizó durante tres décadas en el campo de la demografía y las estadísticas sanitarias de nuestro país y que reúne 192 bibliografías: suficiente para escribir la historia de tan imprescindible rama de la salud pública de 1900 a 1934.
Su prestigio fue reconocido ampliamente por las dos más importantes organizaciones sanitarias internacionales de la época, la Oficina Sanitaria Panamericana y la Sección de Higiene de la Liga de las Naciones, de las que fue muy apreciado asesor.
En el contexto de la efeméride, la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas del Salud del Ministerio de Salud Pública realiza un reconocimiento a los trabajadores de la estructura de estadísticas de salud de todo el país, quienes ratifican el compromiso de mantener y elevar la calidad de la información estadística de salud que se procesa a diario y satisfacer así las necesidades de información de los usuarios a todos los niveles.
Su trabajo contribuye a uno de los principales objetivos de la Salud Pública Cubana: mejorar el estado de salud de la población y su satisfacción con los servicios.