Los principios presentados por la OMS subrayan que la persona, ya sea la donante del órgano o su receptora, tiene que ser el centro de interés, como paciente y como ser humano; que la explotación comercial de los órganos es contraria a la equidad de acceso y puede ser lesiva para los donantes y los receptores; que la utilización de órganos de donantes vivos entraña numerosos riesgos para la salud que se pueden evitar promoviendo la donación desde personas fallecidas; y que la calidad, la seguridad, la eficacia y la transparencia son esenciales para que la sociedad obtenga los beneficios que le ofrece la terapia del trasplante.
Según la OMS, cada año se realizan más de 120 000 trasplantes de órganos en el mundo, y se estima que más de 250 000 personas se encuentran actualmente en lista de espera para recibir todo tipo de órganos. El Sistema de Salud de Cuba cuenta con un registro de intervenciones de trasplante desde 1992. En 2017 se efectuaron 454 trasplantes de órganos, 19 más que el año anterior, según un informe oficial de las autoridades sanitarias de la isla.