Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales causas de mortalidad en el mundo son la cardiopatía isquémica (CI) y el accidente cerebrovascular (ECV). Más de tres cuartas partes de las defunciones por ECV se producen en los países de ingresos bajos y medios.
Las ECV son una de las causas más frecuentes de asistencia neurológica de urgencia y engloban todos los trastornos transitorios o permanentes que se producen en el encéfalo, la parte más grande del cerebro, y que implican a los vasos sanguíneos cerebrales.