Desde que en junio del año 2015 Cuba se convirtiera en el primer país del mundo en eliminar la transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y sífilis de madre a hijo ha pasado una década. A propósito de la reciente celebración del Día Internacional de la Lucha contra el VIH/SIDA este logro evidencia los esfuerzos de La Mayor de las Antillas para proteger la salud materna-infantil, ejemplo de las políticas efectivas en el campo de la salud.
En ese sentido, se trabaja para asegurar el acceso temprano a la atención prenatal, a las pruebas para detectar el VIH y la sífilis tanto para las embarazadas como para sus parejas. Esta es una vía de proveer el tratamiento para las mujeres positivas y sus bebés, en la sustitución de la lactancia materna y la prevención del VIH y de la sífilis antes y durante el embarazo, mediante el uso de preservativos y otras medidas de prevención. Estos servicios se ofrecen como parte del sistema de salud y los programas materno-infantil se interrelacionan con los programas para el VIH y las infecciones de transmisión sexual.
Este reconocimiento internacional representa un paso de avance en la lucha contra estas enfermedades. Es un logro, resultado del quehacer de los profesionales que laboran en los diferentes niveles de atención médica como parte del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en el seguimiento y atención a las embarazadas y una vez convertidas en madres también de sus bebés, ejemplo del compromiso constante con la vida materna e infantil y el acceso equitativo a los servicios de salud.
Según estimados, anualmente cerca de 1,4 millones de mujeres en el mundo viven con VIH y quedan embarazadas. Con esta condición, de no ser tratadas existe entre un 15 y un 45 por ciento de posibilidades de transmitir el virus a sus hijos durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, ese riesgo se reduce a un uno por ciento si se suministran antirretrovirales a las madres y los niños en las etapas en las que puede producirse la infección.
De igual manera, se estima que cerca de un millón de embarazadas en todo el mundo se infectan con sífilis cada año, lo cual puede traer entre las consecuencias infecciones neonatales graves, muerte fetal o perinatal. Sin embargo, si es detectado y tratado durante el embarazo, con un medicamento tan conocido como la Penicilina, es posible eliminar la mayoría de las complicaciones mencionadas anteriormente.