La historia de quien llamaremos Carmen, una estudiante de séptimo grado, se multiplica cada vez más en centros educativos de HolguÃn y de toda Cuba. Cada dÃa se mira al espejo y aunque se ve como de costumbre, algo no está bien. No se trata de su ropa, ni su pelo, o su rostro, es su mirada, tristÃsima, cargada de miedo e incertidumbre, de deseos de desaparecer. Algunas libras de más se han convertido en blanco de burlas en su escuela, cada vez más crueles, comentarios virales reproducidos en mensajes de texto, caricaturas y ofensas hirientes.
Su vida a los 13 años se ha convertido en una especie de meme, un chiste cruel, una burla colectiva. Dejó de ser Carmen para arbitrariamente ser llamada «La gorda». Ella solo anhela ser una más, pasar desapercibida, pero cada dÃa al llegar a la escuela se convierte en el centro de miradas, carcajadas y del cuchicheo cómplice. Esto trajo consigo ausencias cada vez más reiteradas, la pérdida del interés por aprender, dormÃa mal y comÃa peor. Empezó a sentirse excluida, sin motivos para vivir.
Hoy hablo de Carmen, pero bien podrÃa tener otro nombre o sexo, esa particularidad es variable, pero el padecimiento es uno solo: el bullying. Por eso, cada 2 de mayo se conmemora el DÃa Internacional contra el Bullying o Acoso Escolar, para sensibilizar sobre el grave riesgo que esto representa.
No en vano está considerada una de las epidemias del presente siglo, la misma que se estima causa múltiples muertes de forma directa anualmente y afecta a uno de cada tres niños y jóvenes a nivel global. Tal vez el mayor error nuestro, de los adultos, está en creer que es algo normal entre muchachos, o peor, que ya se les pasará, porque se trata de algo momentáneo, propio de la edad.
Detrás de cada caso de bullying lo más probable es que hay una persona mayor que no supo ver las señales del abusado o del abusador, que no quiso escuchar o simplemente prefirió no involucrarse.
No puede ser que por odio o patrón aprendido en la casa o familia, un niño o joven se crea superior a otro por como luce, viste, calza o come. La necesidad de tener un lugar protagónico no puede ser motivo de burla, a costa del bienestar de otro compañero.
El bullying no se olvida y cualquiera de nuestros hijos puede ser su vÃctima en cualquier momento. Si bien no en todas las escuelas hay bullying, este se ha convertido en un terrible peligro para la población infantil y juvenil. Podemos saber si alguien es agredido de manera verbal o fÃsica al comportarse con bajo rendimiento escolar, sÃntomas de depresión, baja autoestima y en el peor de los casos, el deseo de atentar contra su vida.
Como sociedad antes que problema debemos ser solución, convertirnos en la mano tendida, el hombro seguro, esa voz que dice estoy aquà para ayudarte. La prevención del bullying no es solo una tarea educativa, sino un acto profundo de amor, comprensión y esperanza.
Este puede tener efectos devastadores en la salud mental y emocional de las vÃctimas. Enfrentarlo no solo las ayuda, sino que también contribuye al bienestar general de la comunidad, promoviendo valores como el respeto, la inclusión y la solidaridad.