Se celebró por primera vez el año 2003. El comportamiento suicida se ha convertido en un problema principal de salud pública en el mundo. Datos de la OMS indican que en los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial. El suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años en algunos paÃses, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años; y estas cifras no incluyen las tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de suicidio consumado.
Aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, las tasas entre los jóvenes han ido en aumento hasta el punto de que ahora estos son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los paÃses, tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo.
Los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol) son un importante factor de riesgo de suicidio en Europa y América del Norte; en los paÃses asiáticos, sin embargo, tiene especial importancia la conducta impulsiva. El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.
Esta celebración proporciona una oportunidad especial para reorientar nuestras energÃas colectivas en abordar este problema fundamental. El cambio cultural de actitudes hacia la enfermedad mental y el comportamiento suicida requiere que las fuerzas que influyen en las normas comunitarias tengan conocimientos y preparación cientÃfica sobre el tema y que se involucren la mayor cantidad posible de actores de la comunidad durante un perÃodo prolongado de tiempo.