Alrededor de 15 electromédicos llevan sobre sus hombros la responsabilidad de reparar, mantener y alargar la vida útil a los casi 700 equipos médicos con que cuenta el Hospital General Universitario Vladimir Ilich Lenin.
De acuerdo con Alexánder Baños Argudín, jefe de electromedicina en el centro hospitalario, “el mantenimiento de los equipos médicos es esencial, sobre todo en la detección a tiempo de las roturas y sustituir las piezas antes que el equipo presente un problema mayor de imprevisto.
“Por este motivo los ingenieros, licenciados y técnicos que integran este personal asumen con responsabilidad la tarea de mantener los equipos en funcionamiento, acción que se revierte en beneficio para la salud del pueblo. La prioridad es buscar soluciones cuando no contamos con la pieza que lleva determinado equipo y echarlo a andar”.
En ese sentido, estos héroes anónimos han tenido que recurrir a la innovación para no detener el objeto social de diversos equipos, pues de no ser así hubieran dejado de prestar servicios por tiempo indefinido a la espera de las piezas, sin respuesta inmediata.
Tal es el caso de las innovaciones realizadas en equipos de autoclave, en los de ventilación y de rayos X, por citar algunos ejemplos. Esto hace posible mantener la vitalidad de los mismos en un gigante hospitalario como el Lenin.
La concepción de estos profesionales en el Sistema Nacional de Salud demuestra la prioridad máxima de garantizar los servicios asistenciales, aún en medio de la compleja situación económica presente en Cuba, hecho que impide la adquisición de nuevo equipamiento médico y piezas de repuesto.
En el caso específico del tomógrafo, que solo existe otro equipo como este en el país, lleva varios años de explotación, razón por la cual -según el jefe de electromedicina- cuando ha presentado roturas este personal ha tenido que dedicar horas de trabajo ininterrumpido e ingenio para encontrar la solución a un equipamiento vital en la determinación de patologías de diferentes especialidades médicas como las ortopédicas, las neoplasias y enfermedades craneales.
Similar sucede con las máquinas de hemodiálisis, imprescindibles para mantener con vida a quienes padecen Enfermedad Renal Crónica y requieren de este proceder tres veces por semana, de ahí la explotación de estos equipos y la importancia de mantenerlas en funcionamiento.
Este colectivo laboral se ha trazado la estrategia de lograr un mayor número de equipos prestando servicios que los detenidos por roturas, de ahí que en la actualidad el indicador que marca la disponibilidad de equipos rotos y en buen estado se mantiene de manera estable por encima del 95 por ciento.