
Para el hospital general universitario Vladimir Ilich Lenin contar con el banco de leche materna «Luz para la vida» es una necesidad. Este 19 de mayo, Día Mundial de la Donación de leche materna es preciso explicar cuán beneficioso resulta el preciado alimento que se obtiene en esta instalación para los neonatos de menos de mil 500 gramos, cardiópatas, quienes presentan malformaciones del tubo digestivo, vulnerabilidad a las infecciones, trastornos metabólicos, los intervenidos quirúrgicamente o aquellos que no pueden obtener el alimento de sus madres por estas estar gravemente enfermas o haber fallecido luego del nacimiento.
De acuerdo con la doctora que labora en este banco de leche, Yasmin Susel Rodríguez Rodríguez, “este es un trabajo precioso, porque vemos el fruto diario de los niños cómo se recuperan y necesitan esa leche que los nutra, que ayuda a su mejoría, a restablecer su estado de salud. Por eso queremos darle las gracias a todas las madres que voluntariamente pasan por el Banco de Leche Humana y nos donan un poquito de su leche, aunque no tengan exceso, es más porque se sensibilizan con la situación de salud de otros niños y nos quieren donar su excedente de leche materna para beneficiar a aquellos que tanta falta les hace, además de alimentar a sus bebés”.
Este banco de leche perteneciente al servicio de Neonatología contribuye anualmente a la supervivencia de cientos de niños, sin embargo, cada día son menos las madres donantes. De ahí el llamado a sumar nuevas voluntarias a este gesto colmado de amor.
“Queremos exhortar a todas las madres de la comunidad que no llegan a los dos años de ser madres lactantes y tienen bastante producción de leche a que pueden ser donantes de leche materna. Desde sus casas, nosotros vamos y les propiciamos todos los medios necesarios, desde los frascos estériles, buscamos la leche una vez a la semana. De manera que no tienen que moverse de la comodidad de su hogar”, aclara la también Médico General Integral (MGI).
Las interesadas deben contactar al médico de familia o enfermera, quienes nos hacen llegar su deseo de donar leche. De ahí se establecen los mecanismos. El proceso por el que pasa esta leche es muy detallado, pues se le suministra a niños recién nacidos y no puede tener ningún tipo de germen o alteración. Para ello en el momento que se ordeña la madre se congela la leche y antes de los 13 días se procesa mediante la pasteurización, el cual incluye un estudio físico, químico y microbiológico, para impedir algún crecimiento bacteriano, refiere además Rodríguez Rodríguez.
Este banco garantiza la leche materna pasteurizada, preparado obtenido a través de un proceso que elimina agentes patógenos del líquido y fortalece el sistema inmunológico de los niños beneficiados. En cuanto al cuidado requerido para el manejo y procesamiento de la leche obtenida, nos cuenta la doctora que “esta labor es de mucha conciencia porque el personal entrenado de enfermería se pasa hasta cinco o seis horas estudiando dos litros de leche para garantizar que cuando llegue a la boca de los recién nacidos no vaya a haber ningún tipo de problema y evitar daños a la salud de los lactantes. En verdad reconocemos cuánta bondad y humanismo tienen que tener esas madres para además de alimentar a sus niños, contribuir desinteresadamente a alimentar a otros nenes”, concluyó.
Cada día el aporte de este banco de leche es decisivo en el cuidado de niños comprometidos con la vida.