Salvar vidas a diario es un desafío para el doctor Wilian Legrá Martínez que desde hace más de dos décadas asiste a pacientes con problemas de salud potencialmente mortales.
Llegó a Holguín en el verano de 2021, en el peor momento de contagio de la Covid-19, y desde entonces sus conocimientos y vasta experiencia clínica están en función de la atención a pacientes graves y críticos en el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín.
“Vine a esta provincia a trabajar y a dar lo mejor de mí y es lo que he hecho hasta ahora”, manteniendo siempre una relación respetuosa, afectiva y científica a la vez.
Ejercer la Medicina es un oficio de sacrificios y satisfacciones para Wilian que se tituló en 1993 y comenzó como médico de la familia en una comunidad montañosa de difícil acceso en Maisí, el municipio más oriental de Cuba.
Esos primeros años de trabajo, en condiciones muy atípicas asumiendo distintos roles en la atención y cuidado de pacientes con diferentes patologías y diagnósticos, dieron paso a la motivación por la especialidad de Medicina Interna que logró en 1998. Una vez adquiridos esos saberes y habilidades cursa más tarde un diplomado de Terapia Intensiva y se incorpora a este servicio en Guantánamo, su provincia natal donde se desempeñó por largo tiempo como profesional de la salud.
“La mayor satisfacción de un médico es ver que su esfuerzo resulta beneficioso al enfermo y se cumple el objetivo de salvar la vida humana”, pues considera que es una profesión abnegada que exige vocación, sensibilidad ante el sufrimiento, sentimientos solidarios y permanente superación.
“La Medicina necesita de horas dedicadas al estudio; el deseo de curar y de aprender algo nuevo nunca se pierde”, e insiste en la responsabilidad social y en que “la humildad y la comunicación nunca deben faltar”.
Ese sentido del deber y convicción humanista distinguen a este especialista de Segundo Grado en Medicina Intensiva y Emergencia que con dedicación y sapiencia contribuye a incrementar las posibilidades de supervivencia de los pacientes que, fundamentalmente en Holguín, por enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, cardiovasculares, complicaciones pos-operatorias y otras emergencias su vida está en riesgo.
Reconoce que este servicio, en proceso de ampliación de capacidades y desarrollo tecnológico en la provincia, es muy complejo porque el enfermo grave requiere, por su deterioro orgánico, una atención especial y monitoreo, tratamiento y vigilancia constantes, que las unidades de cuidados intensivos en los diferentes hospitales del territorio garantizan mediante un equipo de profesionales altamente consagrados, capacitados y entrenados, a pesar de las carencias materiales del sector de la salud actualmente.
“Nosotros no tendremos todos los recursos, pero sí tenemos la capacidad médica necesaria para tratar cualquier tipo de enfermedad. No contamos con la tecnología diagnóstica de primera línea, pero la clínica sí la dominamos”, asevera el también máster en Urgencias Médicas que contribuye además a la formación de residentes y participa actualmente en el proceso de acreditación de la especialidad de Medicina Intensiva y Emergencia de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín.
Esa vocación de servicio y entrega acompañan a Wilian en el ejercicio de su profesión. Fundador del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve integró la brigada que en 2005 en Pakistán socorrió a pobladores de las inmediaciones del Himalaya afectados por el fuerte sismo que devastó a esa región geográfica.
Asimismo, cuando comienza la colaboración médica cubana en Bolivia formó parte de ella y de esa vivencia destaca que lograron integrarse a la interculturalidad de ese pueblo andino y colaboraron con aceptación en la reestructuración de su sistema de salud; reconoce con orgullo que los servicios asistenciales de los galenos cubanos eran preferidos, incluso, por los opositores al Gobierno del entonces presidente Evo Morales.
Años más tarde colabora en dos ocasiones como médico intensivista en Haití y allí es donde lo sorprende la Covid-19 en circunstancias muy adversas, pero con la siempre convicción altruista de salvar vidas.
Atender con la mayor calidad posible a quien lo necesite en cualquier circunstancia o lugar es compromiso social y humano del Dr. Wilian Legrá Martínez, que pertenece a la generación de humildes y virtuosos médicos altamente habilitados y formados por Cuba después de 1959, dando paso a la confianza en el sistema de salud cubano y su cobertura universal.