Se celebra cada 17 de noviembre desde el año 2009 para crear conciencia sobre los desafíos y la carga que representan los nacimientos prematuros a nivel mundial. Este evento fue convocado por European Foundation for the Care of Newborn Infants (EFCNI) y asociaciones de padres europeas en el 2008.
Los cofundadores internacionales LittleBigSouls (África), March of Dimes (EE. UU.) y National Premmie Foundation (Australia) se unieron a las celebraciones e hicieron del Día Internacional del Bebé Prematuro un movimiento intercontinental.
En esta fecha, personas y organizaciones de más de 100 países se unen con actividades, eventos especiales y se comprometen a actuar para ayudar a abordar el parto prematuro y mejorar la situación de estos bebés y sus familias. La tendedera con pequeños calcetines púrpura entre calcetines de tamaño corriente, se ha convertido en el símbolo de esta celebración.
El color púrpura en la identidad visual representa sensibilidad y excepcionalidad. La campaña Socks for life (Calcetines para la vida) es una iniciativa artística mediante la cual se invita a artistas y celebridades a crear obras de arte en torno al tema calcetines. Entre otras de las acciones programadas, también se donan calcetines para recaudar dinero y apoyar proyectos sociales sobre este tema.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros (antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación) y esa cifra está aumentando. Las complicaciones relacionadas con la prematuridad, principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, provocaron en 2015 cerca de un millón de muertes.
Tres cuartas partes de esas muertes podrían evitarse con intervenciones actuales, eficaces y poco onerosas. Si bien más del 60% de los nacimientos prematuros se producen en África y Asia meridional, se trata de un verdadero problema mundial. En los países de ingresos bajos, una media del 12% de los niños nace antes de tiempo, frente al 9% en los países de ingresos más altos. Dentro de un mismo país, las familias más pobres corren un mayor riesgo de parto prematuro.
La OMS ha publicado una serie de nuevas directrices con recomendaciones para mejorar los resultados obstétricos en casos de prematuridad. Se trata de un conjunto de intervenciones clave que pueden mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados sanitarios en los neonatos prematuros.