Mantener un corazón sano es la clave para reducir la mortalidad  y morbilidad de enfermedades de origen cardiovascular. Este fue uno de los propósitos esenciales por el que sesionó recientemente la Primera Jornada Provincial de Cardiología, a propósito del Día Mundial del Corazón, la cual contó con la presencia de más de 130  participantes entre cardiólogos, especialistas de otras ramas médicas afines, residentes y estudiantes de Medicina.

De acuerdo con el doctor Reyber Jesús Domínguez Pérez, Presidente del referido capítulo de la especialidad en el territorio significó en la jornada la importancia de que asistieran profesionales de especialidades afines y presidentes de otros capítulos como el de Medicina Familiar, Medicina Interna, Endocrinología para abordar desde diferentes disciplinas la prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular.

En la actualidad las enfermedades cardiovasculares presentan una alta incidencia y mortalidad en la provincia, al ubicarse en la primera causa de muerte. De ahí que el mérito de este tipo de eventos radica en aumentar el grado de conocimientos  de los profesionales encargados de la atención de este problema para mejorar su incidencia.

En este sentido, señaló el también especialista en la implantación de marcapasos que si bien como causa independiente de mortalidad las enfermedades oncológicas pueden que predominen, al sumar las enfermedades del corazón con las otras de origen cardiovascular estas últimas superan al cáncer. Este comportamiento sucede similar tanto a nivel territorial, nacional como global, al ser este tipo de enfermedades la principal responsable de reducción en la expectativa y calidad de vida de la población.

Para mantener un corazón sano es recomendable llevar una vida saludable, lo cual implica una correcta hidratación, predominio  importante en la alimentación de frutas y vegetales, evitar los ayunos pronunciados, la ejercitación frecuente con caminatas como principal actividad, dormir siete horas, reducir en especial en los niños el consumo de dulces y evitar hábitos tóxicos. Las personas que puedan aplicar a su vida cotidiana estas recomendaciones se reduce al mínimo el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular degenerativa.