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El alcohol y los jóvenes

El alcohol es una de las drogas legales que escapa del control de padres

Por increíble que parezca, para la mayoría de los jóvenes de hoy ir a una fiesta y no ingerir bebidas alcohólicas es algo fuera de lo común, y es que su incremento en estas edades amenaza con convertirse en un serio problema de salud. Con frecuencia el alcohol es una de las drogas legales que escapa del control de padres y que con el paso del tiempo ha pasado a ser considerada como “normal” y complemento indispensable para la diversión.

Si bien a menudo se exponen en los más diversos escenarios los riesgos y consecuencias del consumo de alcohol, estos pasan a ser conceptos aprendidos para una evaluación de clases y no para ser puestos en práctica ni asumidos en la cotidianeidad. Así, algo que comienza como un primer acercamiento o curiosidad de experimentar puede terminar por convertirse en una adicción, que poco a poco trae daños, muchas veces irreversibles y hasta puede costar la vida.

Fuentes consultadas refieren otros daños a la salud como la deshidratación de la piel, afectación de los ciclos naturales del sueño; fisiológicamente, como el cerebro del adolescente se encuentra en un alto nivel de desarrollo afecta las habilidades en su vida adulta y como si no fuera suficiente se asocia con el desarrollo de cerca de 200 enfermedades y lesiones, como el cáncer y trastornos mentales, tanto así que se estima que reduce en más de diez años el promedio de vida de la población.

La ley prohíbe la venta a menores de 18 años de estos productos, no obstante los más jóvenes sortean cualquier cantidad de obstáculos y terminan por conseguir las bebidas alcohólicas, por ello es necesario que se identifiquen los errores que dan cabida a situaciones de este tipo.

Bien se ha considerado como una droga portera que puede dar paso a otras más complejas y peligrosas, lo cual hace de este un problema de salud, en el amplio sentido de la palabra. Si bien se ha demostrado su efecto adictivo en todas las personas, al comenzar en la adolescencia esa adicción aumenta por lo menos cinco veces.

Todos los niveles de atención médica cuentan con servicios para la atención y rehabilitación del paciente alcohólico, los cuales van desde la atención primaria, los Centros Co­mu­nitarios de Salud Mental hasta la red de hospitales.

Sobre la familia recae una labor esencial al ser la encargada de mantener el control de los adolescentes. Que el alcohol sea una droga legal no quiere decir que su uso esté justificado, mucho menos en los más jóvenes. Al ser una problemática con dimensiones sociales, lograr la rehabilitación de quienes se ven afectados por este flagelo nos compete a todos. No se trata de erradicar una adicción antiquísima, casi como la humanidad misma sino de establecer los límites adecuados.

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Aylen M. Guerra Cruz
Lic. Ciencias de la Información
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