Los centros hospitalarios requieren que el agua potable que se emplea reúna los requisitos de potabilidad. El vital líquido además de ser indispensable para la ingestión y elaboración de los alimentos de pacientes y trabajadores, además posibilita el aseo de pacientes, acompañantes, personal sanitario y de apoyo. Por tal motivo en el hospital pediátrico “Octavio de la Concepción de la Pedraja” es una prioridad  asegurar la calidad sanitaria del agua empleada.

Según Roberto Tomás Sánchez Torres, Subdirector Administrativo en la institución hospitalaria, “con la ayuda del laboratorio del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología y el de la empresa nacional que realiza estos estudios en recursos hidráulicos se analizaron 216 muestras en seis puntos seleccionados, los cuales abarcaban desde los surtideros hasta la entrada principal del hospital por un periodo de tres años.

El estudio se hizo con el propósito de determinar límites máximos permisibles para los parámetros físicos y organolépticos, químicos, biológicos y radioactivos para asegurar una adecuada calidad  sanitaria del agua”.

El no contar con agua segura implica una alta probabilidad de adquirir infecciones perjudiciales para la salud, entre las más comunes se encuentran las enfermedades diarreicas agudas, infección de herida quirúrgica por gérmenes no convencionales y bacteriemias por bacilos Gram positivos entéricos.

El también Máster en dirección explicó que apoyados en los resultados de la investigación se constató que el agua que circula en la institución es potable, así se verificó además en los controles realizados al operario de la turbina del hospital para la determinación del cloro residual, con las anotaciones diarias y las correcciones.

Si bien resulta importante para todos los seres humanos la accesibilidad al agua segura, en los centros hospitalarios es primordial que el agua que se emplea no contenga gérmenes ni sustancias tóxicas que puedan comprometer la salud de los pacientes hospitalizados, más aún tratándose de niños, de ahí el empeño de quienes laboran en el pediátrico holguinero de asegurar la calidad sanitaria del agua que allí se emplea.