La Hilandería Inejiro Asanuma de la provincia de Holguín fortalece las producciones destinadas al sector de la salud en Cuba como una forma de sustituir importaciones ante el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a la Isla hace más de seis décadas.

Situada en el municipio de Gibara, desde el inicio de las acciones de enfrentamiento a la COVID-19 dos años atrás, esta industria incrementó la producción de recursos como torundas, gasas y artículos de protección médica, nasobucos, gorros y botas para apoyar las acciones higiénicas-sanitarias en medio de la expansión de la pandemia en territorios holguineros.

Aida Oro Lao, directora de la hilandería por casi 30 años, explicó a la ACN que a través del aprovechamiento de la materia prima y los recortes sobrantes, la industria ha elaborado además vendas para la protección de las heridas y yeso destinados a las inmovilizaciones ante cualquier lesión o fractura.

También la hilandería se distingue por la confección de sábanas, almohadas, colchones, manteles, servilletas y frazadas para limpieza de pisos o superficies y artículos comercializados a su vez por otros sectores como el turismo.

En el último periodo, subrayó, esta industria potenció también la producción de plásticos con el fin de generar diversos formatos de envases, recurso de alta demanda por las minindustrias holguineras y las nuevas formas de gestión no estatal dedicadas a la elaboración de alimentos y su comercialización a empresas y habitantes de la provincia.

Otras de las creaciones de la hilandería gibareña se refieren a las piezas de canastillas de los recién nacidos, los cordones de zapatos y las mechas para la fabricación de velas, así como el cordel empleado para sellar los sacos de carbón vegetal destinados al proceso de exportación de este mineral en Cuba.

La directiva añadió que la sostenibilidad de las confecciones se debe en gran medida al proceso de innovación desplegado por los trabajadores del centro y la actualización del 90 por ciento de la tecnología en los últimos dos años, inversión que permitió ampliar la capacidad productiva y sustituir la hilaza de algodón sencilla que importa el país.

De forma general esta industria aporta más de 30 surtidos dirigidos además a sectores como el alimentario, agrícola y turístico en Cuba, a través del trabajo productivo de los talleres de Hilandería, Envases Plásticos, Género no Tejido, Colchones y Confecciones, los cuales se encuentran encadenados entre sí.