Este 3 de junio el personal de la enfermería en La Mayor de las Antillas celebró el Día de la Enfermería Cubana, una labor de que se remonta a las gestas libertadoras por la independencia de Cuba, con la incorporación de numerosas mujeres que brindaron sus servicios a hospitales de campaña para salvar a las víctimas de los combates, en las epidemias, los campos insurrectos, años más tarde, en la lucha clandestina y en la Sierra y luego, en la Revolución.
Precisamente, Victoria Brú Sánchez, fue una de esas valerosas mujeres, que se convirtió en la primera mártir de la enfermería nacional, al entregar su vida al cuidado de sus pacientes, en medio de la epidemia de influenza que azotó la ciudad de Cienfuegos en el año 1918. Al conmemorarse el 148 aniversario de su natalicio, en Cuba se celebra esta fecha; bajo el lema “Nuestras enfermeras, nuestro futuro, el poder económico de los cuidados”.
Resulta admirable cómo pese a la labor asistencial que realizan llevan siempre su uniforme blanquísimo y la cofia que las caracteriza. A golpe de saberse útiles son imprescindibles en los diferentes niveles de atención ya sea en la conducción del programa de pesquisa para la detección del cáncer cérvico uterino y en el de vacunación de todos los grupos de edades. Cualquier hospital, policlínico o consultorio no podría cumplir con su objeto social si no fuera por esas especies de adas madrinas que realizan a diario el más estrecho seguimiento a sus pacientes. Cual brazos derechos de los médicos, al decir en buen cubano, demuestran su valía en cada escenario donde interviene su quehacer.
Desde fechas anteriores en las instituciones de salud se le han dedicado jornadas de reconocimiento a los trabajadores de este sector con mayor experiencia, se realizaron eventos científicos y encuentros intergeneracionales, útiles experiencias que contribuyen a perfeccionar el quehacer asistencial y a brindar un mejor servicio.
La labor de enfermeros y enfermeras es encomiable y verdaderamente necesaria, es por ello que la formación de las nuevas generaciones es fundamental para sostenerla, así como la superación constante de sus profesionales quienes conforman un ejército de vanguardia digno de admiración y reconocimiento.
La Enfermería cubana celebra sus 47 años con grandes retos y desafíos. Entre sus retos, la Enfermería en el siglo XXI debe contribuir al logro de los objetivos de desarrollo sostenible, sobre todo los dirigidos a mejorar la salud y el bienestar, enfatizando en que los enfermeros son importantes para el cuidado de la salud, utilizando en su desempeño profesional los adelantos de la ciencia, la tecnología y la innovación. Los desafíos de su gremio en medio de la compleja situación económica y social, le otorgan incentivos y herramientas para lograr la sostenibilidad del sistema de salud a partir de su creatividad, resiliencia y compromiso con la vida del pueblo.
La Enfermería Cubana en sus más de 100 años de existencia ha tenido un papel determinante en todos los indicadores del Sistema Nacional de Salud. Su formación académica y científica ha crecido de manera exponencial en este último quinquenio, lo cual resalta por su inserción en maestrías multiprofesionales y de Enfermería, por su superación académica a través de postgrados, diplomados y especialidades y por la graduación de más de medio centenar de doctores en ciencias de la Enfermería, entre otros resultados.
El Capítulo provincial de Enfermería, cumple con estos preceptos y promueve la formación científica y la actualización, capacitación, superación y perfeccionamiento de sus profesionales, mediante la introducción y generalización de los principales logros científicos y tecnológicos, el uso eficiente de las nuevas tecnologías y el desarrollo de la Enfermería de avanzada.
Los enfermeros y estudiantes de Enfermería del territorio, sobresalen por su continua participación en eventos científicos nacionales e internacionales y la ejecución de sesiones científicas periódicas y cursos relacionados con los principales problemas de salud además de apoyar activamente en la elaboración y ejecución de programas para la obtención de grados científicos, la superación profesional y la educación permanente en salud.
Quien elige esta profesión, lo hace en gran medida por amor, por la satisfacción de ayudar a restablecer la salud de los necesitados. Entonces llegue el reconocimiento a enfermeras y enfermeros, en su día, por desempeñar a diario tan humana labor en la promoción de salud, prevención de enfermedades y en la atención a enfermos, discapacitados y personas que demandan sus servicios.