El control efectivo de los medicamentos resulta esencial en momentos en que el país afronta un déficit de estos recursos, motivo por el cual se prioriza la atención a esta esfera.

El contexto actual está marcado por varias complejidades como la existencia de un mercado informal de medicamentos, faltas y déficit de fármacos y de material gastable como suturas, gasas, jeringuillas y antibióticos, dadas por la escasez de materias primas y problemas de logística internacional.

Según la farmacoepidemióloga de la Dirección Provincial de Salud, doctora María Elena Fernández Tablada: “a partir del incremento de la venta ilegal en redes sociales  de medicamentos producidos en Cuba y distribuidos tanto en la red de hospitales como en farmacias comunitarias, desde el sector de la salud se adoptan una serie de medidas para lograr un mayor control y el uso racional de los mismos

Para ello se crearon desde hace algún tiempo los Comités Farmacoterapéuticos, órgano de mayor envergadura en lo referido al control de los medicamentos, donde los directivos de cada institución son los máximos responsables de que se cumpla su propósito con calidad y efectividad. Es un aspecto positivo en este sentido que todos los municipios cuentan con un farmacoepidemiólogo, quienes asumen entre sus actividades acciones científicas, docentes, metodológicas y de control”.

Se encuentran en revisión las medidas a aplicar para socializarlas en los municipios, con anterioridad se han realizado regulaciones en la prescripción de recetas, así como su regionalización en aras de mayor conocimiento y dominio de los facultativos que la emiten. Se realiza un trabajo pormenorizado de ubicación de los médicos lo más cercano a su lugar de residencia e igualmente se trabaja en la identificación de personas asiduas a comprar gran cantidad de recetas los días de la venta de medicamentos en las farmacias comunitarias.

Estas cuestiones competen a los cuadros del sector, ya sean de los centros hospitalarios, directivos de farmacias, unidades de salud, de seguridad y protección y hasta a representantes sindicales, ante la necesidad de fortalecer los mecanismos de control de los medicamentos, desde que se produce la propia entrada en almacenes hasta que llega a manos del paciente.

Entre los posibles delitos tipificados en los que incurren quienes sean detectados con medicamentos de procedencia ilegal se encuentran la especulación, acaparamiento, actividad económica ilícita, apropiación indebida y receptación.

El trabajo por hacer en lo adelante para cumplir con este fin y la implementación de las medidas se deben traducir en compromiso, soluciones y protagonismo, en aras de transformar para bien esta realidad. Urge encontrar soluciones al enfrentamiento de irregularidades ya sea en la producción, distribución y comercialización de los medicamentos.