El hecho de que actualmente toda la población cubana menor de 70 años esté protegida contra la poliomielitis y que nuestro paÃs fuera el primero de la región de las Américas en eliminar esta enfermedad, demuestra la importancia que le brinda nuestro sistema de salud a la inmunización de su población, en especial a los más pequeños. De ahà que desde el 22 y hasta el 26 de abril acontezca en el territorio nacioanl la primera etapa de la vacunación antipoliomelÃtica oral bivalente.
Como se trata de una enfermedad erradicada desde 1962, pocos conocen lo perjudicial que puede llegar a ser. Para que se entienda mejor, esta enfermedad es altamente contagiosa, producida por un poliovirus que afecta al sistema nervioso y puede causar parálisis en muy corto tiempo, ocasionar una discapacidad permanente y hasta conducir a la muerte, tras paralizar los músculos empleados en la respiración.
Entonces se comprenderá el por qué si bien no existe cura para ella puede prevenirse con una acción tan sencilla como la vacunación oral, acción que se realiza por estos dÃas, en coincidencia con la 22 Semana de Vacunación de las Américas y la 13 semana Mundial de Inmunización, con los lemas Actua ahora para proteger tu futuro y Las vacunas para una vida plena, respectivamente.
Llegado a este punto muchos cuestionarán ¿por qué si en Cuba está eliminada la poliomielitis se vacuna contra ella?
Como en otras partes del mundo esta enfermedad existe, solo tendrÃa que una persona infectada con el virus viajar a Cuba y estar en contacto con alguien no protegido con la vacuna, para desencadenar nuevamente la trasmisión.
Desde el punto de vista del sector sanitario, en la Atención Primaria de Salud recae la responsabilidad de esta inmunización, realizada en los consultorios médicos, policlÃnicos y puntos habilitados para el propósito. Pero en las familias está depositada la responsabilidad de llevar a los menores de tres años hasta estos vacunatorios.
Hoy se garantiza la inmunización a los infantes contra 13 enfermedades, con 11 vacunas, de ellas ocho de producción nacional. Esto ha hecho posible la eliminación de otras cinco enfermedades inmunoprevenibles como la difteria, el sarampión, la rubéola, parotiditis y tosferina.
Cuando la poliomielitis y las demás enfermedades se eliminen del mundo no necesitaremos vacunarnos, pero hasta que eso suceda será necesario continuar vacunando a los más pequeños.