Una representación de estudiantes del cuarto año de la Carrera de Medicina en Holguín escogió como escenario el Hospital General Universitario Vladimir Ilich Lenin para demostrar los conocimientos adquiridos en la asignatura de Pediatría, mediante un Taller acerca de la lactancia materna.
En la ocasión estuvieron presentes las doctoras Jazmín Sucel Rodríguez y Ana Nastia Tamayo Ortiz, jefas del Banco de Leche Humana “Luz para la Vida” y del servicio de Neonatología, respectivamente.
Los futuros galenos explicaron los incuestionables beneficios de que los niños inmediatamente después del nacimiento y durante los seis primeros meses de vida reciban lactancia materna exclusiva y de manera complementaria hasta los dos años.
Entre las ventajas más importantes de la lactancia sobresalen la prevención del sobrepeso hasta en un 13 por ciento y el riesgo de padecer diabetes tipo dos en un 35 por ciento durante la niñez, lo cual contribuye a combatir las enfermedades no transmisibles causadas por la obesidad.
Según la bibliografía especializada consultada, amantar por seis meses o más está asociado con una reducción del riesgo de leucemia en la etapa infantil. Además protege contra el síndrome de muerte súbita infantil, al considerar que se tiene un 60 por ciento menos riesgo de morir por esta causa, en comparación con aquellos que no reciben lactancia materna.
Desde el punto de vista afectivo, se estrecha el vínculo materno-filial. Además brinda la nutrición perfecta y protección contra infecciones y la muerte, pues los componentes de la leche materna resultan la vacuna más efectiva contra varias enfermedades y un alimento único transmisor de defensas.
Pero los beneficios de este sano hábito también resultan ventajosos para las mujeres que lactan, pues se ha investigado que estas tienen un menor riesgo de tener diabetes tipo dos y diversos tipos de cáncer, en comparación con aquellas que no lo hacen.
Sucede que la lactancia materna para la madre funciona como un método natural capaz de proteger contra posibles hemorragias, depresión posparto y cáncer de ovario y mama.
Este último constituye uno de los tumores más frecuentes entre las mujeres, por lo que sus graves consecuencias para la salud y la cada vez más temprana edad de diagnóstico han llevado a analizar cuidadosamente sus causas y posibles medidas preventivas.
Amamantar es una acción protectora frente a este carcinoma, tanto así que se ha determinado que la lactancia materna luego del primer año de vida reduce el riesgo de padecerlo hasta en un 26 por ciento y en el caso del de ovario en un 37 por ciento. De manera que la lactancia materna promueve una mejor salud tanto para las madres como para sus hijos.