
Este 27 de noviembre se cumplen 153 años del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina, uno de los hechos más injustos y tristes en la historia de Cuba, al haber sido acusados injustamente de profanar la tumba de Don Gonzalo Castañón, cuando ni siquiera tres de los ocho fusilados fueron ese día al cementerio.
Como se ha hecho tradicional, este día, cada año los estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín (UCMHo), rememoran el lamentable suceso. Su crimen estuvo dado al entrar en el cementerio de Espada, recorrieron sus patios, montaron el vehículo donde se conducían cadáveres a la sala de disección y pasearon por la plaza que se encontraba delante del cementerio. El vigilante dijo que los estudiantes habían rayado el cristal que cubría el nicho donde reposaban los restos de Gonzalo Castañón. El 27 se les condujo hasta la explanada de la Punta, donde se llevaría a cabo la ejecución. Fueron fusilados a las 4:20 p. m. Quedó así escrito uno de los hechos más injustos y sangrientos de nuestra historia.
Por eso los jóvenes de las ciencias médicas no olvidan el lamentable suceso. Según José Raúl Arenas Mulet, Presidente de la FEU de la UCMHo, “Cuba no olvida a sus muertos, la historia sigue hablándonos. La federación Estudiantil Universitaria de las Ciencias Médicas Holguinera rinde homenaje a los 8 estudiantes de medicina fusilados injustamente hace 153 años, jóvenes inocentes, con sueños y expectativas de ejercer la más noble de las profesiones, la de salvar vidas”.
“También rememoramos a Mariana Grajales Cuello, que con su ejemplo de madre y patriota, nos impulsa a ser cada día mejores hijos, especialmente con la Patria”.
“Es innegable la presencia de los jóvenes en cada uno de los momentos decisivos de nuestra historia. Constituye una verdad irrevocable que esta Revolución es el fruto de la sangre derramada por aquellos que defendieron sus ideales hasta el final. Nuestra juventud está hecha de compromiso, de dignidad, de humanismo y de solidaridad. La tarea de hoy es diferente, no es la lucha armada lo que nos convoca, es la preservación de lo logrado, la tarea de demostrar al mundo que esta juventud fue dada a luz por la bandera solitaria y somos acreedores de los ideales martianos y fidelistas. Cuba necesita jóvenes conscientes que en su actuar diario lleven a la Patria en su corazón, jóvenes con los que se pueda contar y que sepan cuál es su deber para con su país, con su Revolución”, concluyó.
En el acto se realizó el simbólico pase de lista con los nombres de los fusilados, donde los estudiantes de las ciencias médicas en Holguín representaron a cada uno de los jóvenes.
La ocasión sirvió además para hacer alusión al aniversario 131 de la muerte de Mariana Grajales Cuello, la madre de los Maceos, símbolo indiscutible de la mujer cubana de todos los tiempos y sinónimo de orgullo de la facultad de Holguín que lleva su nombre.