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Pensar en la higiene escolar

El constante lavado de manos es una medida sencilla que contribuye a la salud escolar

Para muchos padres o encargados del cuidado y atención de quienes se encuentran en edad escolar, durante todo el periodo lectivo lo primordial es satisfacer las necesidades materiales y garantizarles alimentación. Mientras, dejan de lado un principio tan básico como la higiene escolar, cuestión que a fin de cuentas es la encargada de garantizar la salud del educando.

No están en discusión las otras prioridades, que sin dudas juegan un rol importante en el diario ir y venir en que se torna para las familias holguineras la travesía hogar-escuela. No obstante, no todos dan el lugar que merece la higiene escolar, que en un sentido más amplio de la palabra acoge el principio de garantizar el bienestar tanto de educandos como de trabajadores, que además de evitar el contagio de enfermedades, deben garantizar la adquisición de buenos hábitos higiénicos.

Tal vez la primera arista de este tema está relacionada con la situación higiénico epidemiológica del territorio holguinero desde el 2014, y la posibilidad de que en los diferentes centros escolares acudan estudiantes con síntomas de enfermedades causadas por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. Ante esta situación maestros y personal no docente deben estar pendientes de quiénes presenten fiebre, lesiones en la piel o malestar general y en consecuencia localizar con urgencia a los padres para que sean atendidos en la instituciones de salud correspondientes.

La higiene escolar abarca el bienestar tanto de educandos como de trabajadores y en este propósito igualmente puede incidir la aparición de infecciones respiratorias, muy comunes casi a lo largo de todo el año, con alza en los meses de intenso calor propiciado por las altas temperaturas que prevalecen, de ahí que casos aislados si se llevan a las escuelas pueden convertirse en grandes brotes que ponen en peligro la salud de un número mayor de personas.

Por lo tanto aquellos que tengan enfermedades respiratorias no deben acudir a clases y tampoco lo deben hacer los maestros. No menos importante es retomar el lavado de manos por lo beneficioso que resulta para la salud.

Por otro lado tampoco escapan las enfermedades de transmisión digestiva, entre las que sobresalen las diarreicas agudas debido a alimentos que se llevan desde la casa y que al ser preparados en su mayoría desde el día anterior, pueden descomponerse de forma rápida. Lo ideal es preparar los alimentos el propio día y utilizar los más seguros por su composición, tomando las medidas pertinentes para una manipulación segura.

Para que este curso escolar sea exitoso como lo espera la familia, desde el punto de vista sanitario, y que no ocurran incidentes lamentables para la salud, todas las instancias deben trabajar de manera coordinada.

La salud escolar no debe ser una simple frase que adorna el mural de un aula, se debe poner en práctica diariamente, solo posible si como sociedad se piensa más en la higiene y su importancia.

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Aylen M. Guerra Cruz
Lic. Ciencias de la Información

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