Las estrategias multisectoriales y la capacidad de esfuerzo colectivo, colaboración y disciplina del pueblo han sido factores esenciales para el enfrentamiento a la Covid-19 en la provincia de Holguín durante un prolongado periodo de resiliencia en medio de múltiples desafíos y el fuerte impacto sanitario, económico y social de la peor crisis pandémica que ha enfrentado la humanidad útilmamente.

Desde mediados de marzo de 2020, cuando se diagnosticó el primer caso positivo al nuevo coronavirus en esta región oriental, se libra una batalla de resistencia, enfocada en la protección de la vida con una respuesta científica e innovadora en tiempo récord —hoy más del 92 por ciento de la población holguinera, superior al millón de habitantes, tiene completo el esquema de vacunación contra el virus SARS CoV-2 y casi el 77 por ciento de los adultos han recibido una dosis de refuerzo—, y con la cooperación de todos los integrantes de la comunidad como expresión de unidad y fuerza solidaria invencible.

Ante el empeoramiento de la situación epidemiológica, en diferentes momentos durante dos intensos años de azote del nuevo coronavirus, han prevalecido los eficaces protocolos sanitarios y de bioseguridad y la disposición permanente del personal de salud para la rápida asistencia médica a los más de 76 mil holguineros que en este tiempo han padecido la enfermedad.

Enfrentar a la Covid-19 ha sido un proceso dinámico y creativo con adopción de decisiones en dependencia de la realidad y evaluación de los riegos en cada momento y lugar que ha puesto a prueba la experiencia acumulada en situaciones de emergencias —provocadas por eventos meteorológicos o efectos del cambio climático—, y el manejo logístico de los recursos disponibles, nunca abundantes, pero si utilizados y organizados bajo el principio de equidad, en función de los más vulnerables y necesitados.

Afrontar y detener el avance de la circulación del virus ha contado con la participación activa e integral de las organizaciones de masas —Comités de Defensa de la Revolución y Federación de Mujeres Cubanas— y organismos del territorio que sobre la marcha han asumido disímiles tareas de apoyo —transporte, alimentación, creación de nuevas capacidades hospitalarias y cuidado a grupos vulnerables—, y han aportado soluciones a problemáticas generadas por la inevitable improvisación frente a tan complejo y excepcional escenario sanitario y limitaciones de recursos de todo tipo.

En los modos de actuación en esta etapa fundamental ha sido el sistema de partes diarios del Ministerio de Salud Pública que corrige desinformaciones y rumores posibilitando el entendimiento de las circunstancias de la crisis y sus consecuencias y la comprensión de la importancia del autocuidado y la responsabilidad social en la observancia de las medidas higiénicas y el distanciamiento físico como acciones básicas para contener la transmisibilidad del virus que persiste en Holguín, actualmente la provincia epicentro de la Covid-19 en el país.

El control de la pandemia es una misión difícil, ha requerido gran capacidad de planificación y de movilización y compromiso social y exige una respuesta operativa y coordinada del Gobierno y de todos los actores de la sociedad en función de la protección de la vida como máxima prioridad.