A partir de lo que significa el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia como la puerta de entrada del paciente al sistema de salud desde hace algunos años se decidió por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) un grupo de medidas para perfeccionarlo.

Estas van encaminadas a ocho componentes esenciales, donde uno de ellos es la infraestructura. Por ello se mantiene un sistema continuo de reparación y mantenimiento de estas instalaciones debido al deterioro que muchas de ellas presentan, para hacer realidad la aspiración que estos centros reúnan mejores condiciones para que la  población tenga en ellos un referente.

Para cumplir con este propósito, Yuritza Almaguer González, Jefa del Departamento de Infraestructura y Sistema Ingeniero en la Dirección Provincial de Salud (DPS) explica que se están interviniendo en los 14 municipios 69 consultorios ubicados en los barrios priorizados.

De esta cantidad se han terminado 44 y se trabaja en 20, mientras se encuentran sin iniciar cinco, a los cuales próximamente se les dará vitalidad pues el presupuesto está muy limitado. No obstante se realizarán acciones, incluido el abasto de agua para que el personal que allí trabaja pueda lavarse las manos y contar con la higiene requerida.

El Programa del Médico y la Enfermera de la Familia surgió por una necesidad imperiosa de extender hasta los más recónditos lugares de la geografía cubana la atención médica. De ahí que gracias a la genialidad del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz surge este programa para convertirse en el pilar esencial de la Atención Primaria de Salud (APS).

De manera que durante el 2022 continuará ocupando al sector de la salud pública el perfeccionamiento de este programa, para que cerca del 80 por ciento de los problemas de salud sean resueltos en los consultorios médicos, en cumplimiento con el principio de prever las enfermedades y evitar sus complicaciones. Este programa tiene muchos retos para lograr que los consultorios médicos cumplan con el objeto social para el que fueron creados.