La sola amenaza de poner en peligro, de manera prematura la vida de un niño o joven duele muy hondo en padres, familiares, amigos y hasta a nivel social, tal vez sea por esto que el cáncer es aún más temible cuando afecta en las primeras edades de la vida. Precisamente, a la oncología pediátrica cada 15 de febrero se le dedican espacios de análisis, a propósito del Día Internacional del niño con cáncer.

En el Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja radica el Centro Territorial para la atención a los pacientes oncológicos de las provincias de Granma, Las Tunas y Holguín, donde se diagnostican como promedio entre 30 y 40 casos nuevos cada año, con una sobrevida durante el pasado año de 97.1.

No obstante, resulta un reto constante mejorar la tasa de supervivencia de este padecimiento en la infancia, pues en el territorio los tumores malignos tanto en la en la edad preescolar, de uno a cuatro años; como en la edad escolar, de cinco a 14 años, se ubicaron entre las primeras causas de mortalidad, al concluir el 2023.

A nivel de país este problema de salud es priorizado, donde la mayoría de los casos diagnosticados se clasifican esencialmente en ocho localizaciones en edades pediátricas, por ser las que concentran más casos. Y de manera primordial las leucemias reportan más diagnósticos, con alrededor de un 30 por ciento del total.

Sobre este tema, muchos desconocen que a diferencia de otras edades, el cáncer en pediatría es curable. Pues tienen la ventaja, asociada a su edad, sistema inmunológico y al proceso de crecimiento natural. Lo que se traduce en que muchos si son diagnosticados a tiempo, logran sobrevivir. Estos tipos de cáncer no están asociados a estilos de vida o factores de riesgo, sino a alteraciones genéticas y moleculares producidas tempranamente durante el desarrollo o en las primeras etapas de la vida.

Una iniciativa que busca sensibilizar a la sociedad global en esta fecha es el uso de un lazo dorado, como forma de expresar la valentía y heroísmo de los pequeños pacientes, que no se rinden y luchan para seguir disfrutando de la dicha de estar vivos

Como sociedad aún restan acciones por hacer para sensibilizar y crear conciencia sobre los principales retos, temores y desafíos a los que se enfrentan los niños, adolescentes y sus familias ante un diagnóstico y evolución de una enfermedad oncológica. En estos casos toda ayuda es poca y el apoyo emocional que se le pueda dar contribuirá a mantener la fortaleza y resistencia que demuestran estos pacientes.